El Gobierno de España ha anunciado una estrategia innovadora para fomentar la eficacia energética y achicar el consumo de energía principal en el país. El objetivo es conseguir un avance económico sostenible y acorde con el desarrollo sosprechado para los próximos diez años, mientras que el consumo de energía correspondería a ocho ejercicios.
Para alcanzar esta meta, el Ministerio de Economía, que es dependiente de la Secretaría de Estado de Energía, ha propuesto la adopción de un total de 186 medidas, distribuidas en diferentes campos, introduciendo la industria, el transporte, la edificación, el equipamiento residencial, la ofimática, los servicios públicos, la transformación de la energía y la agricultura. De estas medidas, 107 están dirigidas a la industria, 20 al transporte, 27 a la transformación de la energía, 12 a la edificación, y las 20 restantes a otros campos.
El coste global asociado a la ejecución de todas y cada una estas medidas ascendería a unos 25993 millones de euros para el grupo del periodo. El Plan también contempla la realización de Auditorías Energéticas y la app de los llamados Acuerdos Voluntarios (AV). Hoy día, existen programas de auditorías en distintos países, que dan apoyos financieros a las empresas que se comprometen a reducir su consumo siguiendo las sugerencias formuladas en las auditorías.
En cuanto a las medidas propiamente dichas, el emprendimiento del gobierno las asocia en tecnologías de aplicación multisectorial, medidas que solo afectan a procesos productivos de un único subsector, y las que suponen un cambio en el desarrollo productivo. Las prioritarias, aquellas que deberán hacerse sin necesidad de apoyos públicos, pueden sospechar un 45% del ahorro energético, mientras que las complementarias, con apoyo Haga clic para ver la fuente público, el ahorro se cree en un 65%.
En lo que se refiere a las barreras económicas y de formación, el Gobierno propuso apoyos públicos y la aplicación de instrumentos de capacitación e información para sobrepasar estos óbices. Sin embargo, desde la Asociación De españa de Grandes Empresas de Energía (AEGE) consideran que los potenciales de ahorro de campos como el químico y el siderúrgico no tienen que ver con la mala administración ni la falta de capacitación profesional sino con la competitividad internacional. Además, critican que "se haya englobado en un mismo apartado a toda la industria, desde la básica a la pyme pasando por la transformadora, lo que hace por lo menos bien difícil producir juicios válidos para todas las partes".
Por su lado, en el caso específico del transporte de mercancías, especialmente por carretera, las medidas van dirigidas a la optimización en la administración de flotas, el lugar de centros logísticos de transporte, la reducción de límites de agilidad en áreas urbanas, el desarrollo de puertos secos dentro del territorio, la certificación de calidad en las compañías de transporte, la realización de mantenimientos correctos de los vehículos y la implantación de tacógrafos digitales y de limitadores de velocidad.
Resumiendo, el Plan de ahorro y eficacia energética propuesto por el Gobierno de España es un proyecto ambicioso y completo que busca fomentar la eficacia energética en diferentes sectores, desde la industria hasta la construcción y los servicios. Para lograr sus propósitos, se han propuesto un total de 186 medidas que, según las cuentas del Ministerio de Economía, podrían reducir el consumo energético y disminuir el desarrollo del consumo pertinente a ocho ejercicios.
Más allá de que la estrategia se enfoca principalmente en reducir el consumo energético en la industria, el transporte y la construcción, se estima que las compañías productoras y distribuidoras de energía asimismo tomen medidas para promover el ahorro energético. Al fin y al cabo, el plan busca no solo mejorar la eficacia energética, sino también lograr un avance económico sostenible para los próximos diez años.